martes, 31 de julio de 2012

Repo men (o Los recolectores)

Repo men (o Los recolectores)

“Tu cuerpo. Sus partes. 
Considéralo el último aviso”.

Año 2010
Dirigida por Miguel Sapochnick.
Basada en la novela “Repossession Mambo” de Eric García.
Con Jude Law, Forest Whitaker, Liev Schreiber, Alice Braga, John Leguizamo y Carice van Houten.

Repo men (2010) es una película de ciencia-ficción atemporal, en un ambiente más o menos común en donde la gente compra a plazos los órganos que necesita y, por los altos costos, les resultará luego difícil mantenerse al día con los pagos. Es entonces cuando envían a los recolectores, que les sacan los órganos artificiales de forma cruda y se los llevan. Es una buena manera de contar historias del género, sobre todo en el cine: se enmarca en la ciencia-ficción, pero lo esencial resulta ser la acción, y no la ciencia abordada. En esta historia, no se detienen a explicar quién hace los órganos artificiales o cómo funcionan. Lo que importa es solo qué pasa con quienes dejan de pagarlos y cómo es la vida de los recolectores de órganos en el lapso que narra el film.

Las actuaciones, desde luego, son magníficas: estamos hablando de tres experimentados actores (Jude Law, Forest Whitaker y Liev Schreiber). La historia misma, fuera del buen argumento, se siente por ratos demasiado comercial y no tan de culto como aparentaría ser. Pero la mejor parte, sin lugar a discusión, es el impresionante final. Eso (y diría que, también, la crudeza sin perder la estética), salvan por completo la película. Pero volvamos a ese final: Unhappy end? Final súper-sorpresa? Deus ex machina ultra moderno? Todas las anteriores son correctas, pero bien hechas.

En mi franca opinión sobre otros aspectos técnicos de la película, la fotografía me pareció muy básica, pero sin fallas, y la musicalización es un poco floja. Aunque por momentos escuchamos unas buenas notas tal vez hasta inesperadas, la mayor parte del tiempo se ausenta.

 En general, recomiendo Repo men por ser ciencia-ficción más o menos original, por el humor ácido de sus diálogos, por la circularidad de su argumento, por la crudeza bien trabajada y sobre todo (¡!) por el excelente final.

domingo, 1 de julio de 2012

Niños del hombre


Niños del hombre
Año 2006
Dirigida por Alfonso Cuarón
Actores principales: Clive Owen, Julianne Moore, María McErlane, Michael Caine, Chiwetel Ejiofor, Clare-Hope Ashitey
  

Hoy he visto por décima vez la película Niños del Hombre, una superproducción de cine independiente realizada por el cineasta Alfonso Cuarón con una maestría incomparable. Desde las actuaciones exquisitas hasta la fotografía y las locaciones decadentes de una Londres irreconocible, te mantiene en expectativa de principio a fin.
A pesar de su aparente ritmo lento y cansino, posee un alto grado de “acción psicológica” que algunas veces se convierte en tensión  franca y asfixiante (como la escena de persecución en el carro, de unos cinco minutos de toma continua).

La actuación de Clive Owen como Theo no tiene desperdicios y la del veterano Michael Caine, de un hippie añejo y divertido, es de primera. Sobresalen, repito a propósito, la fotografía, las tomas continuas bien llevadas, las escenas de acción con aire natural y fluido, las actuaciones bien medidas y –si fuera posible, por encima de todas las anteriores- la excelente historia de pura soft ci-fi sobre el tema clásico de “¿y si dejamos de concebir?”.
Hace dieciocho años que no nace ningún niño debido a una generalizada y lamentable esterilidad femenina. El caos impera: deportaciones de inmigrantes y violaciones a los derechos humanos, la guerra que inicia, la desesperanza cunde… Y en medio de todo ello, los disidentes tienen a Kee (Clare-Hope Ashitey), una inmigrante negra inexplicablemente embarazada que Theo deberá proteger casi sin decidirlo.
Kee y su hija pueden ser la respuesta y posible solución a la desgracia y al caos. Pero no saben en quien confiar en su terrible camino hacia El mañana, un barco del proyecto Humano que las acogerá para protegerlas. En medio del disturbio, Theo deberá correr, rogar, soportar dolor, participar en el parto y cambiar su actitud indiferente hacia la situación.
Cada detalle, cada sonido, cada escena de este film se define en dos palabras que saboreo cada vez que la vuelvo a ver: magníficamente desoladora, y para verla una veintena de veces más.





http://www.facebook.com/moises.santanacastro